viernes, 27 de junio de 2014

Y a la cuarta fue la vencida…




Digamos que si, después de tres fallidas, a la cuarta pude terminar una ruta sin ningún tipo de avería.
La primera fue la Ruta do salmón organizada por Bike Estrada en la localidad de La Estrada en Pontevedra, que coincidía con la fiesta del salmón en la localidad. Hasta allí nos desplazamos Mari Luz y yo para disfrutar de la ruta en homenaje al corredor local Alex Marque. Ya empecé con problemas con una rueda que me perdía aire, fallaba el tubeless; aún así después de darle aire iba rodando muy bien y entre los 30 primeros. Digamos que se me estaba dando bien, ya que era una ruta divertida y para todo tipo de aficionado. Pero al llegar al km 14, ocurre lo que nunca me había pasado; después de una bajada por piedras y al comenzar un pequeño repecho me parte la patilla del cambio. Al no llevar repuesto tocó volver por lo andado hasta un puesto de la organización que amablemente me llevaron en un coche hasta el punto de partida y para casa con apenas una hora de ruta. Como dijo alguien en su día “volveré”.
A la espera de que me acercasen al punto de partida.

A la semana siguiente tocaba ruta en Cedeira, organizada por el CC Punta Candieira, hasta allí me desplazo con los compañeros del CC Dumbria Oscar García Túñez y Víctor Trillo y  el colega del curro Pablo Montero. 
Al final, lo bonito, es compartir estos momentos.

Mirando el perfil de la ruta en un principio era de las que me gustan, con mucha trialera y senderos estrecho muy técnicos. Al llover la noche anterior se puso un poco más dura de lo esperado, por lo blando y resbaladizo del terreno. Después de pasar por una zona de bosque se me engancho una rama en el cambio e hizo que este se doblara un poco. Desmonté para enderezarlo y parecía que rodaba bien, pero nada más volver a montar a la segunda pedalada, me vuelve a pasar.....si, otra vez me rompe la patilla del cambio. No me lo puedo creer, dos semanas seguidas la misma avería. No os podéis imaginar como  me sentí, tan solo llevaba 12 km recorridos y otro abandono. Tocaba esperar a que los compañeros terminaran, ya que habíamos ido juntos en el mismo coche.
Dejavú??

Y cual fue la tercera, pues si, en el Desafío del Atlántico, la cicloturista con final en el mítico mirador de Ézaro, todo el año esperando por esta prueba y me veo obligado a abandonar esta vez por un pinchazo a la salida de Muxia y hacer casi 20 km con la rueda delantera pinchada, lo que obligó al abandonar al llegar a Dumbría, solo pude recorrer poco más de 50km. Enhorabuena todos los que lograron terminarla ya que la climatología complicó mucho la prueba.
Con lo bien acompañado que iba...

Y este Domingo día 15-06-14 me desplacé hasta Roxos al lado de Santiago de Compostela para participar en la 1ª ruta que organizaban Os Andadios.
Me levante a las 7,00 para desayunar, el día anterior había dejado preparado todo el equipo, ropa, hidratación, cremas, etc.  Monte la bici en el coche y salí destino Roxos, a donde llegué en 45 minutos.
Cuando llegue estaban montando la pancarta de la salido y meta, y me fui a recoger el dorsal me toco el nº 86.
Tengo que decir que la glucosa amaneció un poco alta este día y me vi obligado a inyectar 2 unidades de insulina Novorapid para contrarrestar, aunque posteriormente desconecté la microinfusora, como en todas las pruebas en las que participo.
La salida, relajada...

Se dio la salida a las 9,30, con 250 participantes aproximadamente, después de los dos primeros km neutralizados nos adentramos en una zona de bosque por senderos técnicos, lo que aventuraba una ruta divertida. Muchas de las zonas por las que estábamos pasando se notaba que hacía tiempo que no transitaba nadie, ya que habían sido adecentadas para la ocasión, zonas con muchas hojas caídas y terreno blando, menos mal que no había llovido, de lo contrario serian impracticables y harían la prueba mucho más dura aún.
Lo dicho, estaba siendo divertida hasta que llegaron esas subiditas por zonas sin pisar y desnivel del 30%, que hizo que la mayoría tuviésemos que echar pie a tierra y empujar la bici, así hasta en tres ocasiones distintas.
Lo dicho, pie a tierra..

En el km 15 hice una primera parada para controlar la glucosa, la cual estaba ya en 70 mg, por lo que tomé un gel con carbohidratos para que no siguiera bajando, y así fui hasta el avituallamiento sobre el km 23, allí volví a controlar la glucosa y estaba en 120 mg, el gel había hecho su efecto, con lo que solo comí un poco de sandía fresquita que con el calor que empezaba a hacer sabia a gloria, repuse agua en la mochila y volví a iniciar la marcha por la ruta larga ya que en ese punto se separaban ambas rutas.
Como 3 km más adelante, en una bajada en la que me emocioné, no me fije en las marcas de dirección y me metí por un camino equivocado, con lo que recorrí unos 2 km fuera de ruta y hubo que volver para atrás para volver a enlazar (todo cuesta arriba).
Lo mio son las bajadas.

Una vez coronado el monte llegó una bajada en trialera bastante larga, donde recuperé los puestos perdidos por el error cometido y llegamos al segundo avituallamiento, este ya solo para la ruta larga, una vez allí volvi a controlar la glucosa y estaba en 96 mg/dl, bien aunque aún quedaban subidas, por lo que ingerí bebida isotónica y comí un poco más de sandía.
Empezamos una subida más, donde en algún tramo toco pie a tierra una vez más, pero que terminaba en un descenso por la llamada trialera de Os Andadios, realizada por los organizadores para la ocasión. Del grupo de cinco que comenzamos la bajada, tan solo dos conseguimos bajarla montados, los demás prefirieron asegurar y llegar enteros al final.
Al terminar la trialera llegamos a un núcleo de viviendas y me creí que ya terminaríamos por ahí, pero no, tocó volver a subir todo lo bajado, para pillar una nueva trialera de descenso muy técnico, volver a subir otra vez, esta vez por un tramo del Camino de Santiago que lleva a Finisterre, y enfilar la última trialera que llevaba a meta que es la de la foto.
Al llegar a meta la glucosa se mantuvo en 91 mg/dl, durante la ruta consumí 2 litros de agua, ½ litro de bebida isotónica, un gel isotónico, varios trozos de sandía y al final el plátano que había pillado en el avituallamiento.
Ruta dura pero bonita y muy bien organizada, para volver el próximo año y ojalá acompañado de Miguel.
El Próximo objetivo los 66 km de la BTT da Caramiña en Camariñas donde hay buenos colegas y tiene pinta de ser dura pero dura.
Hasta la próxima entrada.
Domingo Beiro.

jueves, 19 de junio de 2014

II Desafío del Atlántico



Cuando este año mi padre y yo decidimos tomarnos un poco más enserio el tema de la bici, una de las pruebas que tenía entre ceja y ceja era el Desafio del Atlántico. Por muchas cosas: me había perdido la primera edición, lo bien que se porta la gente de Dumbría con nosotros, La Vuelta a España compartió parte del recorrido, discurre por parajes espectaculares y corría en casa. 
De padre a hijo, y de fondo la Cascada del Ézaro.

7 Junio era la fecha; llevaba una semana en Galicia, aprovechando el sol para hacer km´s y justo el día 7 las previsiones meteorológicas no eran nada buenas… Me daba pena por la gente que no conocía la zona, porque esos parajes con sol son de lo más bonito que puedes encontrar.
Mi padre y yo nos despertamos con tiempo de sobra para ir con calma y disfrutar del ambiente previo. Él repetía, pero a mí desde el segundo uno me impresionó el Desafío.
Muchos Pro´s y mucha ilusión.
Tras la recogida de dorsal y control de firmas, a por la bici y a la salida. Allí nos informan que los miembros del Club Ciclista Dumbría debemos llevar el ritmo de la marcha en el tramo neutralizado, para que el grupo no se fragmente demasiado.
Una organización de alto nivel. Gracias.

Pues ala, a la cabeza y a marcar un ritmo cómodo… Es una fiesta, charlamos, pedaleamos y sobretodo nos reímos. Todo marcha bien, pero se empieza a notar el viento de cara y eso nos afecta más a los que encabezamos el grupo. Da igual, mi único objetivo es disfrutar(como comenté con el crack de Victor Tasende) y mi padre va en mitad del pelotón, supongo que más resguardado.
Manteniendo el ritmo.


En Muxía nos espera el avituallamiento, al que por desgracia llegamos empapados, ya que a un par de km´s de la llegada se pone a llover con ganas. Menos mal que el grupo no se fragmento y la parada en el AV no es demasiado largo. Me cambio de maillot, pero eso no evita que me congele igual.
Podía esperar para llover...

Salimos de Muxía neutralizados, pero ya se palpaba algo de tensión… En el momento que comenzó el tramo libre, me sentí como un Hispania en la F1… Los gallos se pusieron a tirar y yo me quedé muy muy mucho. Aún así puse mi ritmo y a continuar.
La lluvia continuaba, pero acompañada de truenos y relámpagos…(¿lo de Desafío era por esto?). Desde el AV1 al AV2 calculo que un 80% de los km´s rodé sólo o en pareja… Al llegar al AV2 y ver que iba a enfriar si paraba, decido continuar. Gracias a Dios, porque engancho con el grupo que sería mi salvación.  Varios integrantes del Club Ciclista Álvaro Pino lo forman… Llevaban un ritmo cómodo y preferían esperar que cebarse con los que se quedaban. 
Los Pro´s tambien se mojaron.... y mucho.

Al llegar As Paxareiras, corono con un componente de este Club, y charlo con él; me dice que no arriesgue en la bajada que al llegar al llano nos agruparemos y pasaremos a todos los que nos adelanten en la bajada. Dicho y hecho, al terminar la bajada fila de a uno y a tirar, DISFRUTÉ COMO UN ENANO… Vaya ritmo, darme más desarrollo…. Espero que haya algún segmento strava y mientras, me planteo que con ese ritmo, no se si llegaré a coronar el Mirador de Ézaro.

Para pocas bromas la subida...
Pero es a lo que iba, a subir… Inicio la subida, ritmo cómodo y a apretar los dientes… El público y los amigos en las rampas duras me dan el empujón necesario para poder decir.
TERMINÉ EL DESAFÍO DEL ATLÁNTICO SIN PONER EL PIÉ A TIERRA EN LA SUBIDA AL MIRADOR DEL ÉZARO.
Agradecer a la organización, al C.C. Dumbría, a los voluntarios, a los fotógrafos J. Parri y B. Corbal por brindarnos la oportunidad de disfrutar de este espectaculo.