lunes, 28 de abril de 2014

Volcat 2014

MI SEGUNDA EXPERIENCIA EN UNA GRAN RUTA

En este caso se trata de la Volcat 2014 en la segunda etapa entre Igualada y Cardona con un recorrido de 85 km y un desnivel acumulado de 2500 metros.
El perfil ya imponía. Era la etapa reina.

Toco madrugar, nos levantamos en Barcelona a las 6 de la mañana mi hijo y yo y nos desplazamos en el coche hasta Igualada donde era la salida. Llegamos allí a las 8,00 y después de buscar donde aparcar nos dirijímos a la recogida de dorsales.

Se dió la salida a las 9,00 con un total de 320 participantes y después de unos cuatro km de recorrido por el casco urbano de Igualada no adentramos ya en la zona de monte (off-road), y hasta el final seria ya prácticamente el último contacto con el asfalto. Por delante 80 km de puro monte con zonas de trialeras, algo de fango, alguna bajadita; y muchas subidas, o al menos a mi me lo parecieron.

Debo decir que salí con la duda de sí sería capaz de terminar, y más cuando a los pocos km ya no llevaba a nadie precediéndome... tan solo escuchaba a mi cola, la moto de la organización.

Más o menos sobre el km 10, viendo como Miguel “se aburría” esperándome le dije que tirara, que yo iría a mi ritmo, y que si no aguantaba abandonaría.

En mi cabeza llevaba memorizado el perfil de la etapa, y sabía de los km en los que coincidían las subidas más fuertes. Me basaba en ello para cargarme de moral, consciente de que después de pasar determinado km vendría una bajada para descansar, y así con esa esperanza fui esperando pasar el km 50, en el que según mis cálculos, era la subida más fuerte con 1000 metros de desnivel. Al mismo tiempo este km 50 era para mi el punto de inflexión; me decía, si llego a él, como después se suaviza el terreno seguro que logro terminar. Cuando digo terminar, me refiero al tiempo mínimo establecido por la organización para picar tiempos.



Miguel dice que iba sobrado, hasta podía saludar.  Foto: Francésc Lladó.

Logré pasar el citado punto kilométrico con éxito, pero mi sorpresa fue que el terreno seguía igualmente duro. Incluso un poco más rompe piernas. Con sucesivos toboganes y con mucha piedra o grava suelta en las bajadas, lo que te impedía descansar y recuperar en los descensos.



Por sí la dureza fuese poca, sobre el citado km 50, más o menos, se me resecó totalmente la cadena después de pasar por la trampa de la zona fangosa, y de ahí hasta el final la cadena fue chirriando y pidiendo a gritos un poco de grasa... la verdad es que pensé que no me aguantaría.

La mecánica sufrió lo suyo. La primera visita al llegar, Ciqlo Betanzos.

Sobre el km 70 se encontraba el último avituallamiento, en el ya no paré, y tire con todas las fuerzas hasta el final, para poder entrar en tiempo, lográndolo en un tiempo de unas 7 horas aprox.

Debo ser honesto y decir que si no supiera que Miguel estaría esperando por mi en la llegada seguramente hubiese abandonado, ya que el hacer más de 70 km en solitario me ha quemado bastante. Pero a él le hacia tanta o más ilusión el que yo terminase, por lo que este reto alcanzado ha sido gracias a ti Miguel. Por lo que puedo gritar: VA POR TI MIGUEL.
 Gracias por tu ayuda al hacerme creer que lo podía lograr.
Un gran fotógrafo que esperó paciente a mi llegada.


Comentar también, que la glucosa se mantuvo en una media de 120 mg/dl durante las 7 horas de la etapa. En la que consumí ½ litro de bebida isotónica y 1/2 barrita energética de Nutrisport. Además de unos dos litros de agua aprox. Una vez terminada hubo que conectar la micro-infusora ya que la glucosa empezaba a subir.
La cena en la Barca del Salamanca no podía faltar. Esta vez acompañados por nuestro gran anfitrión Gabi.

Al terminar vuelta en autobús hasta el punto de partida para recoger el coche y volver a Barcelona donde nos esperaba nuestra sufridora Mª Luz con una tarta de manzana sin azúcar para recuperar fuerzas.

¿Cuando será la próxima?


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